El Soldadito de Plomo, cuentos infantiles


Había una vez una caja con 25 soldaditos de plomo, cada uno tenía su uniforme y su fusil.
Lo primero que vio al abrir esta caja fue a los soldados de plomo
- Qué bonitos mamá, era justamente el regalo que quería, muchas gracias.
Esta era la voz de Pablo, aunque todos sus amigos le llamaban Pablete.

El Soldadito de Plomo

En el día de su cumpleaños, su tía favorita le había regalado una caja de soldaditos de plomo que fue el regalo que más me gustó y enseguida se puso a jugar con ellos.
Pero de pronto se dio cuenta y dijo:
- ¡A este soldadito le falta una pierna!, pero no importa porque se queda de pie de todas maneras.
También había un castillo que tenía una ventana por la que se veía asomar a una bailarina:
- Qué bonita es, pensó el soldadito con una pierna.
La fiesta de cumpleaños ya había acabado pero Pablete siguió jugando con los soldaditos durante mucho rato, entonces sus padres le dijeron que era la hora de irse a la cama y Pablete se fue a dormir.

Cuando sonaron las doce campanadas todos los juguetes y juegos cobraron vida. De una caja verde salió un muñeco con un muelle que no paraba de reírse,  la bailarina era de cartón y tenía un vestido blanco y una cinta rosa que llevaba sobre su vestido, además tenía una bonita flor y lentejuelas.
 El soldadito que le faltaba una pierna no dejaba de mirarla.

A la mañana siguiente Pablete y sus amigos volvieron a jugar con los soldaditos. Al soldadito que le faltaba una pierna lo dejaron vigilando en una de las ventanas, pero de pronto vino una ráfaga de viento y lo lanzó a la calle.
Cuando Pablete quiso darse cuenta, el soldadito ya no estaba y comenzó a llorar. Entonces bajaron a la calle a ver si lo encontraban, pero ya no estaba. El soldadito quedó en un lado de la acera, él si estaba viendo a los niños pero estos no lo podían ver.

El Soldadito de Plomo y el Barquito de Papel

Al rato comenzó a llover y las aguas lo arrastraron calle abajo. Otros niños con paraguas lo encontraron y al verlo comentaron:
- ¿Por qué no hacemos un barquito de papel y lo subimos en el?
Al momento el soldadito estaba subido en un barco de papel y navegaba calle abajo a toda velocidad, pero de pronto apareció una alcantarilla por la que calló.
Aquí fue cuando el soldadito paso más miedo ya que una rata se lo quiso comer. El barquito de papel se deshizo y el soldadito cayó por la aguas al fondo, de pronto apareció un pez muy grande y se lo tragó de un solo bocado.

El Soldadito de Plomo y el Pez Gigante

Qué oscuro estaba allí dentro todo, entonces el pez comenzó a nadar muy deprisa y de forma nerviosa y empezó a dar muchos coletazos, hasta que se quedó completamente quieto.
El soldadito estuvo allí a oscuras durante mucho tiempo y ya había perdido la cuenta de los días que llevaba dentro del pez.

De repente oyó un ruido y apareció la luz, una mujer grito:
- Pablo, Pablo, ven rápido, mira lo que hemos encontrado dentro de este pez.
Cuando Pablete vio de nuevo al soldadito, se puso muy contento y empezó a dar saltos de alegría.

Al llegar de nuevo la noche todos los juguetes volvieron a cobrar vida y se sintió muy feliz de volver a ver a todos sus amigos y sobre todo a la bailarina que le parecía tan bonita.
Desde entonces, el soldadito de plomo y la bailarina fueron amigos para siempre y no se volvieron a separar nunca más.

El Soldadito de Plomo y la Bailarina


Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Aquí puedes conseguir el cuento de El Soldadito de Plomo en su versión de libro de papel:



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Sobre Antonio Ruz

Bloguero desde el año 2007 con varios sitios de diferentes temáticas que puedes encontrar en http://www.mundoblogs.es/
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