Hace mucho tiempo existía un cuervo con sus plumas muy negras que era muy vanidoso y engreído.
Desde su nido podía observar todos los campos, sembrados, flores y el resto de la naturaleza que se extendía a su alrededor.
También divisaba una casita de color blanco que estaba cerca de su árbol, desde aquí le llegó un olor muy bueno a través de una de sus ventanas, se trataba de un queso muy grande y sabroso que había sacado la dueña de la casa.
El cuervo no se pudo resistir a la tentación y acudió volando hasta la ventana.
Viendo que la mujer de la casa no estaba en la habitación, aprovecho para entrar, robar el queso con su pico y salir volando hasta su nido.
Todo lo que había ocurrido fue visto por un zorro que andaba cerca del lugar, el cual se encontraba tremendamente hambriento. El zorro vio como el cuervo se posaba en lo más alto del árbol, hasta donde el no podía llegar.
Entonces empezó a pensar cómo podría conseguir ese queso tan sabroso que el cuervo acababa de robar.
La zorra se acercó al árbol y le dijo al cuervo:
-Bueno días señor cuervo, vaya un pelaje tan negro y tan bonito tiene usted.
El cuervo que era muy vanidoso como sabemos, se reía y se ponía muy contento, pero no decía nada, mientras mantenía el queso en su pico.
-De verdad que está usted muy elegante con esas plumas tan bonitas.
El cuervo cada vez estaba más orgulloso y contento.
-Si es lo que yo digo siempre, el cuervo es el pájaro más hermoso de todos con su plumaje tan negro, seguía comentado el zorro.
-Y si además de tanta belleza como tiene usted, también supiera cantar, ya sería el mejor animal que puede existir entre todos.
Como el cuervo era tan vanidoso, no quiso perder la oportunidad de demostrar su bonita voz y se puso a cantar para demostrárselo al zorro.
En el momento en que el cuervo abrió su pico para empezar a cantar, el queso se le cayó de la boca, momento en el que zorro aprovechó para cogerlo al vuelo.
Finalmente, el zorro que era muy listo se largo con el queso al mismo tiempo que se reía del cuervo.
El cuervo comprendió que cuando te hacen muchas alabanzas no debes de creerlas todas y debes de valorarte en tu justa medida.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y quien no levante el culo se le queda pegado.
FIN
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Sigue leyendo en el blog un nuevo cuento: El Patito Feo
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