Nuestra amiga la Gallina Marcelina vivía en una granja con
sus tres pollitos. En la granja también había un perrito que siempre estaba
cansado, una gatita que era muy presumida y un cerdo que era un dormilón.
Un día muy soleado, la mama les dijo a sus pollitos que
fueran a dar un paseo, ya que andar y hacer ejercicio es muy sano.
-¡Mira mama lo que he encontrado en el suelo! ¿Qué es?, dijo uno de los pollitos
-Eso son granos de trigo dijo su mama.
-¿Y qué podíamos hacer con ellos?
-Los granos de trigo se pueden plantar, pero tengo ahora
mucho trabajo. Vamos a pedir ayuda a la gata.
Cuando llegaron, la gata estaba lamiéndose las uñas y
peinándose.
-Señora gata, ¿podría usted ayudarnos a sembrar el trigo?,
dijo Marcelina la gallina.
-Ni hablar, contesto la gata, podría romperme mis preciosas
uñas con la tierra.
La gallinita se puso triste y fue a preguntarle a perrito.
-Señor perro, ¿sería usted tan amable de ayudarnos a plantar
el trigo?
Le ayudaría, pero es que esta mañana he estado cazando y
ahora estoy muy cansado y prefiero descansar.
La gallina Marcelina se volvió a poner triste y fue a pedir
ayuda en esta ocasión al cerdo.
-Señor cerdo, hemos encontrado unos granos de trigo y nos
preguntamos si podría ayudarnos a sembrarlos.
Entonces el cerdo los miró y mientras bostezaba les dijo:
-Esta noche no he dormido mucho y ahora sigo teniendo sueño.
Entonces cerró los ojos y se quedó durmiendo otra vez.
La gallinita se alejó de los otros animales muy triste, ya
que ella los había ayudado en muchas otras ocasiones.
Aunque tenía mucho trabajo que hacer, se puso a sembrar los
granos de trigo junto a sus hijos con mucho esfuerzo, pero ilusionada.
Pasó el tiempo y el trigo creció, entonces la gallina
Marcelina volvió a pedir ayuda a los otros animales de la granja para cortar el
trigo, molerlo y después para hacer pan.
Ninguno de los animales le ayudó y tuvo que hacerlo todo
ella sola junto a sus pollitos.
Entonces, cuando la Gallina Marcelina y sus hijos estaban
sentados a la mesa y sacaron el pan del horno, este desprendió un olor
exquisito.
La gata, el perro y el cerdo se acercaron corriendo a la
mesa para comer.
La gallina Marcelina les dijo a todos.
-Este pan es para quien lo ha trabajado, para mis pollitos y
para mí. Como vosotros no ayudasteis a trabajar, ahora no probaréis este
delicioso pan.
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Hola, me gusta mucho este cuento. Pero no lo encuentro en ningún sitio. Esas imágenes están sacadas del libro original? ¿Me podrias decir cual es? Gracias.
ResponderEliminarTienes razón, he hecho una búsqueda y no logro encontrarlo.
ResponderEliminarEn Amazon indica que no está disponible en este momento, desconozco si en el futuro volverán a tenerlo.
Un saludo.