Erase una vez... una Liebre que iba corriendo muy rápido cuando de repente se tropezo con una Tortuga que iba andando muy despacito.
El señor Gato ayudo a la Tortuga a levantarse, mientras que la Liebre se burlaba de ella por ser tan lenta y por haberse caido al suelo.
Todo esto molesto mucho a la Tortuga que le dijo así a la Liebre:
-¿Por qué no hacemos una carrera para ver quien llega antes a aquel árbol alto que se ve allí a lo lejos?
La Liebre empezó a reirse mucho, mientras le decía a la Tortuga:
-¿Pero estás loca, no ves que soy mucho más rápida que tu y además puedo saltar mucho más alto?, podría ganarte hasta dejándote muchos metros de ventaja.
La Tortuga aceptó la carrera y se pusieron en la línea de salida. Había muchos animales del bosque viendo como iba a ser aquella carrera.
Fue el señor Gato quien dió la salida para comenzar la carrera.
La Liebre como estaba muy segura de su victoria, se sentó un rato a echar una siesta, mientras que la Tortuga iba dando pasos muy lentos y con mucho esfuerzo.
Cuando la Liebre se despertó de su siesta vio como la Tortuga estaba a punto de llegar al árbol y se puso a correr muy rápido.
Pero por mucho que corrió, la Tortuga estiró su cuello y fue la primera en tocar el árbol para ganar la carrera.
Todos los animales del bosque felicitaron a la Tortuga y le dieron una medalla de ganadora.
Aunque la Tortuga era mucho más lenta, con mucho esfuerzo y poquito a poco consiguió ganar la carrera a la Liebre.
"Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y quien no levante el culo se le queda pegado"
Y consigue también el Juego de Mesa de LA TORTUGA Y LA LIEBRE:
Puedes seguir leyendo ahora en el blog: El Gato Con Botas
0 comentarios:
Publicar un comentario